El líquido cefalorraquídeo es un líquido que se encuentra entre la meninge interna y la meninge media.
Con una sencilla experiencia podemos conocer su importancia:
Si metiéramos un huevo en un bote de cristal y moviéramos el bote el huevo se dañaría al golpearse con las paredes del bote, la cáscara empezaría a deteriorarse y si le diéramos un golpe fuerte el huevo acabaría por romperse.
En cambio, si llenamos el bote del agua y lo movemos, el huevo no llega a golpear de forma brusca a la pared del bote y permite mucho más movimiento.
Lo mismo pasa en nuestra cabeza: el bote de cristal simularía el cráneo y el huevo nuestro encéfalo.
Si no existiera este líquido cefalorraquídeo, en cualquier movimiento que hiciéramos con la cabeza, el encéfalo se dañaría. Por eso es tan importante la presencia de este líquido, permitiendo una mayor movilidad del encéfalo dentro del cráneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario